Un pequeño poema de san Juan de la Cruz: El Pastorcito, es la base de este evocador estudio. Parte de una crítica acertada a una interpretación del poema que rebaja su fuente de inspiración a experiencias con base meramente antropológica. Nos ofrece el camino para descubrir el sentido teologal que tiene este trabajo de san Juan de la Cruz. Nadie como el P. Lucino Ruano para llevarnos de la mano por estos caminos en los que se siente fresca la huella del santo. Su doctrina bien conocida y asimilada es que le permite a nuestro autor presentar estos misterios y el de la cruz con autoridad y seriedad científica. Un aporte novedoso para el hombre de hoy donde reactualizamos al decir de san Juan de la Cruz: “Y a cabo de un gran rato…” la expresión de ese momento histórico en el que a todos se nos brinda el camino de la salvación en esa espera de Dios con el corazón siempre abierto, para recibir al hombre.