Juan Carlos Parodi le salvÃģ la vida a un jesuita internado en una clÃnica de Buenos Aires la madrugada en que lo operÃģ de urgencia y logrÃģ evitarle una peritonitis. Ese cura era Jorge Bergoglio. AÃąos despuÃĐs, una maÃąana del aÃąo 1993, el presidente Carlos SaÚl Menem se desmayÃģ en el green de la residencia presidencial. Su mÃĐdico personal convocÃģ al doctor Parodi, que lo operÃģ de urgencia. TenÃa una obstrucciÃģn en la carÃģtida, de la cual logrÃģ liberarlo. Menem se volviÃģ a comunicar con Parodi aÃąos despuÃĐs, para pedirle que atendiera a una amiga personal, muy querida. Asà fue como Parodi resolviÃģ la embolia de pulmÃģn que le provocaba sensaciÃģn de ansiedad a Amalita Fortabat.
Decenas de historias como estas, algunas con personajes encumbrados y otras con protagonistas anÃģnimos, llenan las pÃĄginas de este libro, en el que el doctor Parodi da vida a su prÃĄctica cotidiana con suspenso digno de una obra de ficciÃģn. Desde diagnÃģsticos tempranos gracias a una capacidad de observaciÃģn prodigiosa, entrenada en base a cientos de casos llegados a las distintas guardias hospitalarias en las que le tocÃģ trabajar y a cirugÃas, Vida de cirujano es una puerta abierta a la cotidianidad de un profesional de primera lÃnea. Pero tambiÃĐn, a las dificultades que encontrÃģ Parodi en su faceta de inventor. De hecho, su invento mÃĄs conocido, que bautizÃģ "endoprÃģtesis" y con el que revolucionÃģ la cirugÃa vascular mundial, le llevÃģ casi veinte aÃąos de investigaciÃģn y testeo solitario. Hoy es el estÃĄndar para el tratamiento de aneurismas. Y una industria de varios miles de millones de dÃģlares anuales.
AgnÃģstico y polÃticamente incorrecto por naturaleza, el doctor Parodi recuerda amistades y traiciones, al tiempo que reconstruye una historia poblada de grandes nombres de la medicina nacional e internacional. Desde la bronca de RenÃĐ Favaloro al odio de los gigantes de la industria mÃĐdica (a quienes âpor ejemploâ les anunciÃģ, en medio de un congreso en el Charing Cross Hospital, en Londres, que era posible reducir a un quinto la cantidad de stents colocados al aÃąo a nivel mundial), Parodi no se guarda nada en este libro, que no se puede dejar de leer hasta el final.