Caroline no era guapa ni brillante y nunca se imaginΓ³ que un hombre tan inteligente y culto como el profesor Radinck Thoe van Erckelens deseara casarse con ella. Se habΓa enamorado perdidamente de Γ©l, asΓ que cuando Radinck le propuso un matrimonio de conveniencia, no dudΓ³ en aceptar, aun sabiendo que no la querΓa. Estaba decidida a hacer que Radinck la amara, pero sabΓa que se arriesgaba a conseguir ΓΊnicamente una vida de soledad y desdicha.