En la obra de Thomas Mann, los cuentos están en pie de igualdad con las grandes novelas. En este primer volumen, que abarca desde sus comienzos en 1893 hasta su madurez en 1912, aparecen algunas de las obras maestras del género, como «Tonio Kröger», «Tristán» y «Sangre de Welsungos», en los que destacan ya las reflexiones de Mann sobre el proceso creativo y sus indagaciones en los deseos reprimidos de la burguesía. No faltan las estampas sobre el ambiente literario de fin de siglo, las exploraciones de figuras históricas, los estudios clínicos de personajes ni las aproximaciones a temas simbólicos de la gran tradición germánica.
Contiene:
Visión (1893)
La caída (1894)
La voluntad de ser feliz (1896)
La muerte (1897)
Decepción (1898)
El pequeño señor Friedemann (1897)
El payaso (1897)
Luisita (1900)
Tobias Mindernickel (1898)
El armario (1899)
Venganza (1899)
El camino al cementerio (1900)
Gladius Dei (1902)
Tonio Kröger (1903)
Tristán (1903)
Los hambrientos (1903)
Un instante de felicidad (1904)
El niño prodigio (1903)
En casa del profeta (1904)
Hora difícil (1905)
Sangre de Welsungos (1905)
Anécdota (1908)
El accidente ferroviario (1909)
De cómo Jappe y Do Escobar se enzarzaron en una pelea (1911)
La muerte en Venecia (1912)
Thomas Mann (1875-1955), genial ensayista y narrador, publicó su primera novela, Los Buddenbrook, con solo veinticinco años. Con ella obtuvo un reconocimiento inmediato que se vio refrendado con la publicación de obras maestras como La muerte en Venecia (1912), La montaña mágica (1924), el ciclo José y sus hermanos (1933-1943) o Doctor Faustus (1947). En 1929 la Academia Sueca le concedió el Premio Nobel de Literatura.