Bienvenidos a Greenland, Michigan, sesenta y cinco aรฑos despuรฉs del gran tornado del 34. Desde entonces, las cosas solo han ido de mal en peor. En las mismas hectรกreas en las que los colonos desplazaron en su dรญa a los indios potawatomi (ยซla gente del fuegoยป), los agentes inmobiliarios y los cuervos suplantan ahora a los agricultores. Hay campos de golf y urbanizaciones brotando como hongos en los maizales. Mujeres feroces, hombres confusos y niรฑos hambrientos. El olor a estiรฉrcol de la granja porcina de Whitby sigue impregnando el aire y el granero mรกs antiguo del municipio continรบa alzรกndose victorioso frente al rรญo Kalamazoo, pero las tradiciones familiares hace tiempo que se han extinguido. Muchos se marcharon a las ciudades a buscarse la vida, y los arados, las trilladoras y las segadoras pueblan el paisaje como osamentas de criaturas antediluvianas. Margo Crane, la mujer de la casa flotante (protagonista de รrase un rรญo), hace tiempo que desapareciรณ y su hija mestiza, Rachel, obsesionada con la leyenda de su antepasada algonquina, la Chica del Maรญz, entre huertos y tรบmulos indios, con su sempiterna carabina del 22 al hombro, harรก lo que estรฉ en sus manos para defender el terruรฑo que la vio nacer.
ยซCon extraordinaria empatรญa y gracia, Campbell nos hace escuchar un sonido que ya no se oye con mucha frecuencia: el grito desgarrador del corazรณn humano en toda su defectuosa complejidad.ยป
TONY EARLEY
ยซNadie como Campbell para representar con trazo delicado y exacto el vasto retablo del revestimiento de aluminio frente al estiรฉrcol de cerdo.ยป
Los Angeles Times
ยซLa prosa de Campbell, sobria y sugerente, es puro arte, pero son sus insรณlitos personajes y su excepcional capacidad para relacionarlos con el paso del tiempo lo que hacen de ella una escritora a tener en cuenta.ยป
Denver Rocky Mountain News