En enero de 1943, Franklin D. Roosevelt y Churchill se reunieron en Casablanca y establecieron los objetivos bélicos de los Aliados: controlar las rutas marítimas del Atlántico y las aéreas sobre Europa occidental y central, reforzar los bombardeos sobre Alemania, detener el avance del Frente del Este y terminar con el imperialismo japonés. Sorprendentemente, poco más de un año después, estos ambiciosos proyectos se habían consumado.
A menudo la historia de la Segunda Guerra Mundial se ha narrado como una gran novela, como si hubiera sido librada por superhombres o determinada por el destino. Paul Kennedy revela cómo este plan estratégico fue ejecutado por soldados rasos, científicos, ingenieros y hombres de negocios que tuvieron la enorme responsabilidad de comprender y ejecutar los planes de éxito de sus altos mandos. Nos muestra quiénes fueron los verdaderos héroes de la guerra, y les otorga por primera vez el lugar que merecen en la historia.
La crítica ha dicho...
«Lectura imprescindible para los aficionados a la historia militar.»
El Diario
«Una importante contribución a nuestra comprensión de la Segunda Guerra Mundial.»
Michael Beschloss, New York Times Book Review
Paul Michael Kennedy (Wallsend, Reino Unido, 1945) es uno de los más reputados historiadores a nivel internacional, y también uno de los más controvertidos. Doctorado en historia militar y de la diplomacia por Oxford y miembro de la Royal Historical Society y de la British Academy, actualmente ocupa la cátedra de Historia en la Universidad de Yale. Se trata, además, de un estudioso cuyos libros han gozado siermpre de buena acogida. Sin ir más lejos, podemos citar sus obras Ingenieros de la victoria, El parlamento de la humanidad y Auge y caída de las grandes potencias, el libro de historia más vendido de los últimos ya casi treinta años, con más de dos millones de ejemplares y traducido a más de veinte idiomas. Su prestigio y su gran conocimiento de las relaciones internacionales, además, de llevaron a codirigir un grupo de trabajo sobre el futuro de la ONU de cara a su 50.o aniversario. En 2001 le fue concedida la Orden del Imperio Británico.