Encabezaba un clan guerrero que aterrorizaba con vandálicas incursiones a los pueblos establecidos en una vasta llanura. Quienes sufrían sus tropelías soñaban con la venganza. Mas ya el tiempo se disponía a volverle el rostro con la amenaza de la decadencia física. Se le acercaba el instante crítico en que el mayor de sus hijos se alzará contra Él y le arrebatará su autoridad. En llegando aquí nadie le respaldaría. Ni siquiera Ngoa, el mago, su comparte en el mando, le tendería la mano, sino al contrario pues ambos, a la callada, eran irreconciliables enemigos y cada uno ansiaba la destrucción del otro.
Además de este, otro problema atormentaba a Sartok. Tenía una hija nacida de una mujer que llevó hasta sus riscos en calidad de botón.
Liberta Bassas nació en Barcelona en 1927. Su trabajo cotidiano en una editorial que la mantenía entre enciclopedias y libros de muy variada naturaleza le impidió entregarse por entero y en exclusiva a la creación literaria aunque publicó trabajos de colaboración en periódicos, además de las novelas Tierra parda (1957), Bosquejos (1959)
Bajo la aparente simplicidad de fondo y forma, sus novelas nos mantienen en vilo constante, se nos adentra en lo más íntimo del corazón y en él intruducen un mensaje que armoniza con el de su madre, Ángela Edo, de cuyaobra es depositaria y a cuya transmisión ha consagrado su vida.
Liberta Bassas es sencilla en su hacer y en su manera de ser, pero persistente, y está decidida a llegar al fin de la tarea que se ha impuesto, y todo ello se trasluce en su obra literaria.