ÂĢHoy ha muerto una anciana a la que yo querÃa. A menudo pensaba: âLe debo tanto.â O: âSin ella, probablemente ya no estarÃa aquÃ.â Pensaba: âEs tan importante para mÃ.â Importar, deber. ÂŋEs asà como se mide la gratitud? En realidad, Âŋfui suficientemente agradecida? ÂŋLe mostrÊ mi agradecimiento como se merecÃa? ÂŋEstuve a su lado cuando me necesitÃŗ, le hice compaÃąÃa, fui constante?Âģ, reflexiona Marie, una de las narradoras de este libro. Su voz se alterna con la de JÊrôme, que trabaja en un geriÃĄtrico y nos cuenta: ÂĢSoy logopeda. Trabajo con las palabras y con el silencio. Con lo que no se dice. Trabajo con la vergÃŧenza, con los secretos, con los remordimientos. Trabajo con la ausencia, con los recuerdos que ya no estÃĄn y con los que resurgen tras un nombre, una imagen, un perfume. Trabajo con el dolor de ayer y con el de hoy. Con las confidencias. Y con el miedo a morir. Forma parte de mi oficio.Âģ
A ambos personajes âMarie y JÊrômeâ los une su relaciÃŗn con Michka Seld, una anciana cuyos Ãēltimos meses de vida nos relatan estas dos voces cruzadas. Marie es su vecina: cuando era niÃąa y su madre se ausentaba, Michka cuidaba de ella. JÊrôme es el logopeda que intenta que la anciana, que acaba de ser ingresada en un geriÃĄtrico, recupere aunque sea parcialmente el habla, que va perdiendo por culpa de una afasia.
Y ambos personajes se involucrarÃĄn en el Ãēltimo deseo de Michka: encontrar al matrimonio que, durante los aÃąos de la ocupaciÃŗn alemana, la salvÃŗ de morir en un campo de exterminio acogiÊndola y ocultÃĄndola en su casa. Nunca les dio las gracias y ahora querrÃa mostrarles su gratitud...
Escrita con un estilo contenido, casi austero, esta narraciÃŗn a dos voces nos habla de la memoria, el pasado, el envejecimiento, las palabras, la bondad y la gratitud hacia aquellos que fueron importantes en nuestras vidas. Son las respectivas gratitudes las que unen a los tres inolvidables personajes cuyas historias se entrelazan en esta conmovedora y deslumbrante novela.
Delphine de Vigan (Boulogne-Billancourt, 1966) vive en ParÃs. En Anagrama ha publicado, desde 2012: DÃas sin hambre: ÂĢManeja la materia autobiogrÃĄfica con una contenciÃŗn que remite a Marguerite DurasÂģ (Marta Sanz); No y yo: ÂĢMaestrÃa y ternura... Una novela atÃpicaÂģ (Juanjo M. Jambrina, Jot Down); Las horas subterrÃĄneas: ÂĢSensible, inquietante y un poco triste. Triste y soberbiaÂģ (François Busnel, LâExpress); Nada se opone a la noche, que la consagrÃŗ internacionalmente, ha vendido en Francia mÃĄs de ochocientos mil ejemplares, ha sido publicada por una veintena de editoriales extranjeras y ha recibido el Premio de Novela Fnac, el Premio de Novela de las Televisiones Francesas, el Premio Renaudot de los Institutos de Francia, el Gran Premio de la HeroÃna Madame Figaro y el Gran Premio de las Lectoras de Elle: ÂĢEste magnÃfico testimonio la confirma como una escritora contemporÃĄnea de referencia. ImprescindibleÂģ (SÃ˛nia HernÃĄndez, La Vanguardia); ÂĢCon sobriedad y precisiÃŗn, sin sentimentalismo (pero no sin sentimiento), Delphine de Vigan firma una inteligente, magnÃfica e implacable novelaÂģ (Elvira Navarro); Basada en hechos reales, galardonada con el Premio Renaudot y el Goncourt de los Estudiantes, y llevada al cine por Roman Polanski: ÂĢHace alarde de maestrÃa expresiva para disolver los lÃmites de lo que es verdad y lo que es mentira... ApasionaÂģ (Robert Saladrigas, La Vanguardia); Las lealtades: ÂĢPerturbadoraÂģ (Javier Aparicio Maydeu, El PaÃs); ÂĢCuestiona a una sociedad que mira hacia otro lado, ante las violencias soterradasÂģ (Lourdes Ventura, El Mundo); y Las gratitudes: ÂĢPequeÃąo prodigio con el que la autora francesa reflexiona sobre la vejez, la soledad y la importancia de las palabrasÂģ (David MorÃĄn, ABC).