Kara soportaba relacionarse con aquel guapísimo demonio solo por el bien de su hijo. Pero...¿casarse con él? Pues precisamente esa era la asombrosa proposición de Ty: convertir al pequeño cowboy en su heredero. A Kara le resultaba muy difícil resistirse al encanto y al atractivo en estado puro de Ty estando tan cerca de él. Lo peor era que éll todavía no sabía que aquel niño era su hijo...¡y un secreto tan insignificante como aquel podría acarrear problemas tan grandes como el estado de Texas!