Quizás el uso de botargas haya sido en el pasado una cuestión limitada al teatro y la publicidad, pero hoy en día dicha afición sobrepasa los límites de la imaginación y va más allá de lo que alguna vez se pensó que sería. Quienes no conozcan los umbrales de la felicidad, jamás sabrán lo que se siente ser la encarnación de un personaje de ficción.