Ganar dinero era algo que Max Sheridan podía hacer hasta con los ojos cerrados, pero le resultaba imposible saber qué tenedor debía utilizar o cuándo abrir una puerta. Cosas que debía saber si quería encontrar esposa en la alta sociedad. Por eso necesitaba a Jessie Martinelli, asesora de buenos modales y protocolo de los nuevos ricos. Pero lo cierto era que ir con aquella belleza a las fiestas y salir con ella a cenar a la luz de las velas le hacía sentirse confundido.
¿De verdad quería casarse para prosperar y no por amor? Además, no podía olvidar aquel beso que le hacía pensar que quizá él también pudiera enseñarle un par de cosas sobre la pasión a la señorita "buenos modales"...