Lucas Beauchamp, un anciano negro al que se le acusa del asesinato de un hombre blanco, corre peligro de ser linchado. Gavin Stevens, un eminente abogado local, estÃĄ empeÃąado en que se haga justicia, pero el viejo testarudo rechaza su ayuda. En cambio, es a Chick, el sobrino de diecisÊis aÃąos de Gavin, a quien Lucas confiesa la verdad. Para salvar al viejo, Chick va al cementerio para desenterrar el cadÃĄver del asesinado. En una carrera desesperada contra el tiempo, descubre el secreto de la tumba, solo para revelar otro enigma que desconcierta al pueblo sediento de sangre.
La crÃtica ha dicho:
ÂĢFaulkner indagÃŗ en las sombras con emociÃŗn y talento difÃcilmente comparables [...]. Cualquiera que tenga curiosidad por la novela del siglo XX en cualquier idioma tiene la obligaciÃŗn de leer a William Faulkner.Âģ
Javier MarÃas
ÂĢFaulkner gusta de exponer la novela a travÊs de los personajes. El mÊtodo no es absolutamente original, pero Faulkner le infunde una intensidad que es casi intolerable.Âģ
Jorge Luis Borges
ÂĢEl vÃnculo entre Cervantes y Faulkner se encuentra en que los dos aÃąaden algo al mundo, ilustran nuestro espÃritu, al convertir los mundos ocultos en mundos liberados: Faulkner mediante la conciencia trÃĄgica del dolor y Cervantes mediante la comedia y la idea de que el hombre prevalecerÃĄ.Âģ
Carlos Fuentes
ÂĢAl leer y releer a Faulkner es forzoso sospechar que su mirada era distinta a la nuestra, a la del comÃēn de los hombres, a la del comÃēn de los escritores. Detenida sobre paisajes, personas, circunstancias, veÃa algo mÃĄs que lo percibido por nosotros [...]. Es, literariamente, uno de los mÃĄs grandes artistas del siglo.Âģ
Juan Carlos Onetti
ÂĢFaulkner es un dios.Âģ
Jean-Paul Sartre
ÂĢEl mÃĄs radical innovador de los anales de la ficciÃŗn norteamericana, un escritor a cuyas clases deberÃan acudir la vanguardia europea e hispanoamericana.Âģ
J. M. Coetzee
ÂĢCuando un novelista consigue que su novela transmita al lector esa sensaciÃŗn perentoria, inapelable, de que aquello que cuenta sÃŗlo podrÃa ocurrir asà -ser contado asÃ-, ha triunfado en toda lÃnea.Âģ
Mario Vargas Llosa
ÂĢCuando leà a William Faulkner, de repente me di cuenta de que la prosa podÃa tener la libertad y la posible indisciplina de la poesÃa.Âģ
Michael Ondaatje
ÂĢLas historias de Faulkner no estÃĄn adornadas de humor, sino que el humor emana de ellas, tanto de su sangre y sus huesos como de su pasiÃŗn y su lirismo.Âģ
Eudora Welty
William Faulkner naciÃŗ en Oxford (Mississippi) en 1897 y muriÃŗ en 1962. Su primera novela, La paga de los soldados, es de 1926. Luego, tras una breve estancia en Europa, publicÃŗ Mosquitos (1927), Sartoris (1929), El ruido y la furia (1929), Mientras agonizo (1930), Santuario (1931), Luz de agosto (1932), PilÃŗn (1935), ÂĄAbsalÃŗn, AbsalÃŗn! (1936), Los invictos (1938), Las palmeras salvajes (1939), El villorrio (1940), Banderas sobre el polvo (1948), RÊquiem por una monja (1951), Una fÃĄbula (Premio Pulitzer 1954), La ciudad (1957), La mansiÃŗn (1960) y La escapada (Premio Pulitzer 1962), que aparece poco antes de su muerte. AdemÃĄs de las novelas mencionadas y de su enorme producciÃŗn cuentÃstica, publicÃŗ tambiÊn ensayos, poemas, cartas, obras teatrales y colaborÃŗ en varios guiones cinematogrÃĄficos. En 1949 recibiÃŗ el Premio Nobel de Literatura.