La noche de la gran nevada mi tío taló con su hacha, uno a uno, los sauces que había plantado junto a la cabaña. Y la nieve, que cubría todo el valle, se tiñó de la sangre que brotaba de sus manos astilladas. Ahora, años más tarde, he decidido contar lo que ocurrió aquella Nochebuena...
Llevo toda mi vida en Madrid, mi ciudad, pero me gustaría vivir en Nueva Orleans. Una vez volé de un tejado a otro pero nunca nadie me ha creído. De pequeño mi abuelo me daba siempre queso curado y me dejaba cogerle todos los libros que tenía en sus estanterías. Desde entonces mi vida no tiene sentido sin queso y sin literatura. La música me ayuda a vivir. Lo digo en serio. Lloro viendo series y películas. Tengo la fortuna de estar enamorado. Viajamos juntos en una furgoneta California para poder dormir cerca del mar. Ella tiene miedo a la muerte y yo tengo miedo de que se muera. Intento mantener la intensidad a raya. Escribo para hablar del silencio que guardo.