de las entrañas; cuyo sonido ensordecedor deja devastado a quien lo produce,
pero es inaudible para todo el resto. Es un grito desesperado pidiendo
ayuda, amor, aceptación o cambio; al que muchos en más de una oportunidad,
intentaron callar. No son conscientes del malestar tan fuerte que termina
enfermando a la persona oprimida, y en algunas ocasiones la empuja a
quitarse la vida por la frialdad con la que la tratan.