contra él.
La rebelión acabó en asesinato, pero el pesquisador no pudo arrancar de las bocas de los aldeanos más que una única respuesta: “Fuente Ovejuna lo hizo”. Frente a este admirable comportamiento se renunció a continuar la investigación dando por justa la venganza del pueblo. El famoso episodio fue recreado e inmortalizado por Lope siglo y medio después en una obra cuya tensión y fuerza dramática cautiva emocionalmente al lector. Como ocurre con gran parte de los dramas de Shakespeare, «Fuenteovejuna» de Lope ha llegado a conseguir categoría de símbolo, el del prototipo iconográfico-teatral de “la unión del pueblo contra la opresión y el atropello”.
El crítico Menéndez Pelayo la consideró una obra revolucionaria y democrática, donde se aprecia el valor del pueblo sublevado.