Eterna Mortalidad

¡ ALBA Editorial
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En la Escocia de 1679, enfrentada entre partidarios del rey Carlos II y seguidores de la secta puritana de los covenanters, el asesinato de un arzobispo desata los hilos de una guerra civil largamente incubada. En medio de los dos bandos, Henry Morton de Milnewood, un joven intrÊpido y entusiasta que ÂĢal no sentirse vinculado a ninguna de las facciones que dividían al país, pasaba por frívolo, insensible e indiferente a la religiÃŗn o al patriotismoÂģ, y sin embargo enemigo tenaz tanto del fanatismo como de la tiranía, se encuentra inmerso en un terrible conflicto de lealtades: por un lado, sus orígenes y tradiciones le seÃąalan como heredero de la causa de los covenanters; por otro, su amor y sus sentimientos le inclinan hacia la joven Edith Bellenden, miembro de la aristocracia realista. Siempre en la cuerda floja, siempre entre dos mundos irreconciliables, Henry Morton intentarÃĄ encontrar, en medio de las luchas y los odios mÃĄs exacerbados, la dignidad de la razÃŗn, el equilibrio y la moderaciÃŗn.

Eterna Mortalidad (1816), para muchos la mejor novela de Walter Scott, es una crÃŗnica viva y patÊtica de la problemÃĄtica ubicuidad del valor: de cÃŗmo la inquebrantable entrega a una causa y el sistemÃĄtico rechazo a la traiciÃŗn pueden estar presentes a ambos lados de una contienda que, pese a todo, es cruel e inhumana. Con una compleja perspectiva histÃŗrica y una extrema destreza Êpica, Scott trazÃŗ en esta novela uno de los mÃĄs ricos y poderosos retratos del heroísmo romÃĄntico, en su ÂĢcorajeÂģ pero tambiÊn en su ÂĢobstinaciÃŗnÂģ.

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"Walter Scott naciÃŗ en Edimburgo en 1771, noveno hijo de un abogado. EstudiÃŗ Leyes y ejerciÃŗ la abogacía desde 1797; fue tambiÊn, desde 1799, sheriff de Selkirkshire y, desde 1806, canciller del Tribunal Supremo de Edimburgo. Sin embargo, el Derecho no era su vocaciÃŗn. Desde 1792 se dedicÃŗ –pese a su cojera, secuela de la polio que contrajo durante la infancia– a recorrer los mÃĄs remotos rincones de Escocia y a recoger antiguas baladas del folklore local, con las que en 1802 publicÃŗ la colecciÃŗn Minstrelsy of the Scottish Border, y, a partir de 1805, con The Lay of the Last Minstrel, una serie de poemas narrativos de creaciÃŗn propia, todos ellos de tema histÃŗrico escocÊs, como Marmion (1808) o La dama del lago (1810), que le valieron fama y fortuna. InvirtiÃŗ secretamente en la imprenta de los hermanos Ballantyne, que publicaban sus obras, pero una grave crisis financiera le impulsÃŗ a convertirse, de forma anÃŗnima, en novelista. InspirÃĄndose, como en sus poemas, en episodios de la historia de Escocia, publicÃŗ en 1814 Waverley, cuyo gran Êxito le animÃŗ a seguir con Guy Mannering (1815) y El anticuario (1816). En 1816 iniciÃŗ la serie Tales of My Landlord con El enano negro y Eterna Mortalidad. Posteriormente ampliaría su campo de referencias y situaría sus argumentos fuera de Escocia: así, en Ivanhoe (1820), Kenilworth (1821), Quentin Durward (1823) o El talismÃĄn (1825). En 1827 saliÃŗ finalmente del anonimato y se reconociÃŗ autor de sus novelas, que se habían convertido en modelo del relato histÃŗrico romÃĄntico, tanto entre novelistas como entre historiadores. A pesar de sus Êxitos, las deudas y los apuros econÃŗmicos le perseguirían toda la vida. MuriÃŗ en Abbotsford en 1832.

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