Eterna Mortalidad (1816), para muchos la mejor novela de Walter Scott, es una crÃŗnica viva y patÊtica de la problemÃĄtica ubicuidad del valor: de cÃŗmo la inquebrantable entrega a una causa y el sistemÃĄtico rechazo a la traiciÃŗn pueden estar presentes a ambos lados de una contienda que, pese a todo, es cruel e inhumana. Con una compleja perspectiva histÃŗrica y una extrema destreza Êpica, Scott trazÃŗ en esta novela uno de los mÃĄs ricos y poderosos retratos del heroÃsmo romÃĄntico, en su ÂĢcorajeÂģ pero tambiÊn en su ÂĢobstinaciÃŗnÂģ.
"Walter Scott naciÃŗ en Edimburgo en 1771, noveno hijo de un abogado. EstudiÃŗ Leyes y ejerciÃŗ la abogacÃa desde 1797; fue tambiÊn, desde 1799, sheriff de Selkirkshire y, desde 1806, canciller del Tribunal Supremo de Edimburgo. Sin embargo, el Derecho no era su vocaciÃŗn. Desde 1792 se dedicÃŗ âpese a su cojera, secuela de la polio que contrajo durante la infanciaâ a recorrer los mÃĄs remotos rincones de Escocia y a recoger antiguas baladas del folklore local, con las que en 1802 publicÃŗ la colecciÃŗn Minstrelsy of the Scottish Border, y, a partir de 1805, con The Lay of the Last Minstrel, una serie de poemas narrativos de creaciÃŗn propia, todos ellos de tema histÃŗrico escocÊs, como Marmion (1808) o La dama del lago (1810), que le valieron fama y fortuna. InvirtiÃŗ secretamente en la imprenta de los hermanos Ballantyne, que publicaban sus obras, pero una grave crisis financiera le impulsÃŗ a convertirse, de forma anÃŗnima, en novelista. InspirÃĄndose, como en sus poemas, en episodios de la historia de Escocia, publicÃŗ en 1814 Waverley, cuyo gran Êxito le animÃŗ a seguir con Guy Mannering (1815) y El anticuario (1816). En 1816 iniciÃŗ la serie Tales of My Landlord con El enano negro y Eterna Mortalidad. Posteriormente ampliarÃa su campo de referencias y situarÃa sus argumentos fuera de Escocia: asÃ, en Ivanhoe (1820), Kenilworth (1821), Quentin Durward (1823) o El talismÃĄn (1825). En 1827 saliÃŗ finalmente del anonimato y se reconociÃŗ autor de sus novelas, que se habÃan convertido en modelo del relato histÃŗrico romÃĄntico, tanto entre novelistas como entre historiadores. A pesar de sus Êxitos, las deudas y los apuros econÃŗmicos le perseguirÃan toda la vida. MuriÃŗ en Abbotsford en 1832.