Sébastien se había convertido en otro hombre... la amnesia le había robado su pasado. No podía recordar a Gellis, y menos aún amarla. Pero ya que ella parecía saber más cosas de él que él mismo, permanecería con ella por su bien y el del que decían que era su hijo.
Sin embargo, Gellis deseaba su amor, no que simplemente cumpliera con su obligación. Y tampoco quería un marido solo para las Navidades... lo quería para siempre.