En este pasaje del Santo Evangelio de Jesús, veremos un gran ejemplo de gratitud. Se trata de la historia de diez personas que sufrían una temida y terrible enfermedad que en aquella época era incurable, por la cual vivían aislados en lugares distantes, lejos de sus familiares, amigos y vecinos. Así, Jesús era la única esperanza para sus vidas.
Este título, el 11.o de la colección ecuménica “El Santo Evangelio de Jesús”, está basado en la Buena Nueva del Divino Maestro, según San Lucas, 17:11 al 19, y en las lecciones fraternas del escritor Paiva Netto, las que hace más de seis décadas se transmiten en diversos medios de comunicación, inspiradas en el Santo Evangelio y el Apocalipsis Redentor de Jesús, siempre en Espíritu y Verdad, a la luz del Nuevo Mandamiento del Cristo de Dios: “Ámense como Yo los he amado. Solamente así podrán ser reconocidos como mis discípulos” (San Juan, 13:34 y 35).