El sรญntoma mรกs angustiante de la mayorรญa de los conflictos que ven el dรญa en la actualidad es su carรกcter irreal. Tienen aรบn menos realidad que el conflicto entre griegos y troyanos. En el centro de la guerra de Troya habรญa, al menos, una mujer que era, por cierto, la perfecciรณn de la belleza. Para nuestros contemporรกneos el lugar de Helena lo ocupan palabras escritas con mayรบscula. Si tomamos una de esas palabras, infladas a base de sangre y lรกgrimas, e intentamos estrujarla, la encontraremos vacรญa de contenido. Las palabras con contenido y con sentido no son mortรญferas. Si en alguna rara ocasiรณn, una de ellas se ve mezclada con alguna efusiรณn de sangre, serรก mรกs bien por accidente que por fatalidad, y se tratarรก entonces, por lo general, de una acciรณn limitada y eficaz.