ÂĢLa fenomenologÃa no es una filosofÃa de escuela dedicada al cultivo de una tradiciÃŗn acadÊmica; tampoco una filosofÃa que quiera afirmar su vitalidad contribuyendo a cambiar el mundo -o sea, no es filosofÃa revolucionaria ni aspira a serlo-. Ella es mÃĄs bien meditaciÃŗn, y meditaciÃŗn justamente sobre la crisis. (...) En esta radicalidad la fenomenologÃa no tiene igual, y avanza por el camino contrario al que, con ingenuidad no advertida, pisa toda otra ciencia y filosofÃa. Los descubrimientos que en este camino se le ofrecen son mÃēltiples, pero existe uno que reviste particular importancia, y por el que ambos corifeos, Husserl y Heidegger, han trabajado en comÃēn. Es el descubrimiento cartesiano esencial de nuestra Êpoca como un todo. (...) El esfuerzo por contraponer a este concepto fundamental de la Modernidad, puesto asà al descubierto, otro camino, un camino que se busca..., eso es la fenomenologÃaÂģ.