En la narrativa mexicana, Amado Nervo adelanta muchas de las grandes preocupaciones de la modernidad. Con El donador de almas (1899), el deseo toma otro cariz. Desde el punto de vista de su composiciรณn, esta novela corta es sumamente original. Tenemos, primero, un narrador externo que presenta dos personajes: un mรฉdico y un teรณsofo poeta; son dos amigos, Andrรฉs y Rafael. Llevan una relaciรณn extraordinariamente estrecha que apreciamos, desde el principio, por su gran atracciรณn erรณtica y su enorme afecto. โTodo hombre necesita un hombreโ, se dice en un diรกlogo, y la respuesta del otro protagonista es: โY a veces una mujerโ. El que sostiene lo primero es el teรณsofo; el mรฉdico responde: โTรบ fuiste mi hombreโ. Despuรฉs, el teรณsofo justifica lo que le debe al otro: tiene veinticinco aรฑos, es cinco menor que el mรฉdico, y se revela como una persona que lo idolatra y lo ama de una manera muy especial.