Heredera natural de Whitman y Dickinson, Bishop fue una figura desconocida durante aÃąos. DetrÃĄs de la aparente sencillez con la que revestÃa sus textos se escondÃa un calado intelectual que muchos de sus contemporÃĄneos no supieron valorar. LÚcida, precisa, rigorosa, retraÃda y atrevida, Bishop se situÃģ finalmente entre las figuras clave de la poesÃa norteamericana del siglo XX.
Incansable viajera, nos abre las puertas a su particular mundo a caballo entre distintos paÃses, hogares y obsesiones. De Francia a EspaÃąa, del norte de Ãfrica a Irlanda, de Italia a MÃĐxico, ademÃĄs de los casi veinte aÃąos que viviÃģ en Brasil junto a su entonces pareja, la aristÃģcrata y arquitecta brasileÃąa Lota de Macedo Soares (1910-1967), Elizabeth Bishop fue una mujer libre, que llevÃģ esa libertad hasta sus Últimas consecuencias, tambiÃĐn creativas.
Elizabeth Bishop nace en 1911 en una pequeÃąa ciudad de Massachusetts. Antes de su primer aniversario, su padre muere y, mÃĄs tarde, ingresan a su madre en una instituciÃģn psiquiÃĄtrica. Sin figuras paternas bajo las que arroparse y sin una ciudad o un paÃs al que poder llamar hogar, Bishop no empezarÃĄ a publicar hasta sus treinta nueve aÃąos, cuando sale a la luz North & South mientras ella vive en Nueva York. En un impulso por desprenderse de los lastres de su pasado, de su frÃĄgil salud y de su inclinaciÃģn al alcoholismo, Bishop viaja a RÃo de Janeiro, donde vivirÃĄ los siguientes quince aÃąos de su vida en compaÃąÃa de la arquitecta Lota de Macedo y donde recibirÃĄ el Pulitzer en 1956. Su obra, heredera de los maestros de la Alta Modernidad, como T.S. Eliot y Wallace Stevens, nos muestra una poeta apÃĄtrida, una eterna outsider, siempre entre los lÃmites de la depresiÃģn y la vitalidad, entre el rigor y la espontaneidad.