EL PRINCIPITO
A. De Saint - ExupΓ©ry
A Leon Werth:
Pido perdΓ³n a los niΓ±os por haber dedicado este libro a una persona mayor. Tengo una seria excusa: esta persona mayor es el mejor amigo que tengo en el mundo. Tengo otra excusa: esta persona mayor es capaz de entenderlo todo, hasta los libros para niΓ±os. Tengo una tercera excusa: esta persona mayor vive en Francia, donde pasa hambre y frΓo. Verdaderamente necesita consuelo. Si todas esas excusas no bastasen, bien puedo dedicar este libro al niΓ±o que una vez fue esta persona mayor. Todos los mayores han sido primero niΓ±os. (Pero pocos lo recuerdan). Corrijo, pues, mi dedicatoria:
A LEON WERTH
CUANDO ERA NIΓO
I
Cuando yo tenΓa seis aΓ±os vi en un libro sobre la selva virgen que se titulaba "Historias vividas", una magnΓfica lΓ‘mina. Representaba una serpiente boa que se tragaba a una fiera.
En el libro se afirmaba: "La serpiente boa se traga su presa entera, sin masticarla. Luego ya no puede moverse y duerme durante los seis meses que dura su digestiΓ³n".