Desde la antigÃŧedad, las personas han asumido una divisiÃŗn del cerebro en un hemisferio izquierdo y un hemisferio derecho, una divisiÃŗn neurolÃŗgica que ha sido respaldada por la ciencia moderna.
Si bien ahora sabemos que cada actividad en la que nos involucramos requiere la cooperaciÃŗn entre los hemisferios derecho e izquierdo, tambiÊn sabemos que cada hemisferio tiene un papel dominante en ciertas actividades.
En general, podemos decir que el hemisferio izquierdo se enfoca en desglosar las cosas en detalles, mientras que el hemisferio derecho es responsable de proporcionar una imagen mÃĄs amplia.
Estos diferentes roles se pueden ver, por ejemplo, en el contexto del uso del lenguaje.
Gran parte de nuestro lenguaje se origina en el hemisferio izquierdo, donde procesamos sÃmbolos secuencialmente (por ejemplo, al leer).
Sin embargo, el hemisferio derecho tambiÊn juega un papel importante, permitiÊndonos retroceder al lenguaje mismo e interpretar el contexto del mensaje.
Sin nuestro hemisferio cerebral derecho, no serÃamos capaces de entender la ironÃa o las metÃĄforas.
El razonamiento es otra ÃĄrea donde los hemisferios tienen roles diferentes y complementarios:
Las respuestas que vienen de la izquierda se derivan de lo que hemos aprendido en el pasado.
Si alguien te apunta con un arma, es tu hemisferio izquierdo el que te dice que te alarmes porque has aprendido que las armas son peligrosas.
El hemisferio derecho, por otro lado, no reconoce el arma, pero puede recurrir a un conocimiento mÃĄs intuitivo y reconocer otras seÃąales de peligro, como una expresiÃŗn facial de enojo.
El hecho de que todas las culturas tiendan a interpretar las expresiones faciales de manera similar ilustra cuÃĄn naturales e intuitivas son estas funciones del hemisferio derecho.
Siempre tratamos de entender quÊ parte de nuestro cerebro es responsable de diferentes actividades.
Hoy sabemos que aunque las dos mitades cooperan constantemente, se especializan en diferentes formas de pensar.
Nuestro cerebro tiene dos partes: el hemisferio izquierdo para los detalles y el hemisferio derecho para un pensamiento mÃĄs holÃstico y completo.