"El camino de la paz y el camino de la santidad est├бn uno al lado del otro, o mejor dicho, son uno. El que otorga el uno imparte el otro; y el que toma el uno toma tambi├йn el otro. El Esp├нritu de paz es el Esp├нritu de santidad. El Dios de la paz es el Dios de la santidad. Si en alg├║n momento estos caminos parecen separarse, debe haber algo err├│neo, err├│neo en la ense├▒anza que hace que parezcan separarse, o err├│neo en el estado del hombre en cuya vida lo han hecho. Empiezan juntos, o al menos tan juntos que ning├║n ojo, salvo el divino, puede marcar una diferencia... Los dos no son independientes. Hay una comuni├│n entre ellas, una comuni├│n vital, siendo cada una la ayuda de la otra... Puede haber una santidad espuria, fundada en una paz espuria, o en ninguna paz; pero la verdadera santidad debe partir de una paz verdadera y aut├йntica".┬а┬а┬а┬а┬а┬а┬а┬а┬а┬а┬а┬а┬а┬а┬а┬а┬а┬а┬а┬а┬а┬а┬а┬а-del Prefacio, 1864