"Estos Diarios de viaje provocan en nosotros un sentimiento extraΓ±o. Ciudadanos como somos del siglo xxi, nos transportan a un pasado remoto, en tiempo y espacio: datan del perΓodo premoderno de un JapΓ³n cultivado (por rural, y tambiΓ©n por estudioso). Ilustran las andanzas de un plebeyo que se sabe famoso pero que, sin embargo, deja lo que tuvo βun oficio bien rentadoβ y lo que era βpor formaciΓ³n, un urbanitaβ, para lanzarse al camino apenas con lo puesto, como detalla en numerosos pasajes. Quiere ver, sentir, palpitar, para, a continuaciΓ³n, relatarlo. Es ese impulso suyo, justamente, lo que de inmediato atrae la atenciΓ³n sobre estos escritos de poeta y a la vez nos invita a hacernos testigos de sus extenuantes caminatas. Porque la voz narrativa de esos textos habla de algo vivo: en cada lΓnea se refiere a lo que late, dentro de sΓ y en su entorno. BashΓ΄ narra lo que experimenta a cada paso (nunca mejor dicho). Esa capacidad suya de transmitir experiencia lo sitΓΊa de cuajo en nuestra actualidad de lectores deseosos, como Γ©l, de vivir a fondo lo que nos toca y, en lo posible, certificarlo, exteriorizarlo, de alguna manera enunciarlo, con palabras y en actos. 'Se trata de seguir los pasos de los antiguos, no de repetir lo que ellos hicieron': asΓ definΓa Matsuo BashΓ΄ su proyecto de vida. Se trata, en nuestro caso, de revivir su experiencia" (Alberto Silva y Masateru Ito).