Sin embargo, Astrid nunca tuvo en cuenta a Jordan Everwood, la nieta de Pru y la carpintera principal de la renovación, que detesta todas las ideas modernas de Astrid. Jordan está decidida a preservar la esencia del hotel de su familia, sobre todo porque el resto de su vida es un desastre. Cuando esa determinación se convierte en pequeños actos de sabotaje para sacar a la perfecta Astrid de sus casillas, la producción aprovecha la oportunidad para explorar la tensión entre ellas. Pero en algún lugar del camino, su antipatía mutua se convierte en algo completamente diferente, y Astrid deberá decidir qué significa el éxito: ¿hacer lo que todos esperan de ella o llevar la vida que realmente desea?