Un usuario de Google
(Jeremy Roschelle, Charles Patton, and Deborah Tatar, 2007) Mencionan en su compendio que los dispositivos portátiles especialmente los dispositivos que se pueden conectar a redes, están creciendo en importancia dentro del ámbito computacional principalmente por el hecho de que están bajando de precio y son más accesibles, esto está creando una oportunidad para los educadores ya que se está pasando de un uso ocasional de estos dispositivos a un uso integral y cotidiano dentro de sus cursos. Por primera vez podemos pensar en que cada estudiante cuenta con un dispositivo y que la interacción será directa estudiante: sistema a lo largo del día estudiantil.
Sin embargo, históricamente no se ha tenido gran éxito en incorporar la tecnología al salón de clase. (Jeremy Roschelle, Charles Patton, and Deborah Tatar, 2007) Recalca que la diferencia con esta nueva tecnología de dispositivos portátiles es la capacidad de tener uno por cada alumno. Sin embargo puntualiza que el uso de la tecnología solamente no es suficiente para hacer un impacto en la manera en que los estudiantes aprenden, hay que cambiar tanto lo que aprenden como la manera en que lo hacen. Menciona que para que una tecnología de estas perdure en una institución educativa, hay que integrarla no solo a las prácticas de enseñanza, sino también a la actividad social, curricular, de liderazgo y a todas las actividades de los estudiantes tomando en cuenta como aprenden y cómo funciona la escuela donde están.
La cobertura de redes locales va creciendo dentro de las instituciones de tal manera que los estudiantes no solo interactúan dentro del salón de clases, sino que puede salir y continuar sus investigaciones y actividades en otras aéreas de interés dentro del campus educativo. Los estudiantes pueden llevar estos dispositivos a museos, zoológicos y otros centros de aprendizaje para completar ejercicios asignados por los maestros.
Otra aplicación de estos dispositivos conectados en redes es utilizarlos en sistemas de respuesta (Feedback). El primer sistema de este tipo fue patentado en 1989 y llevaba el nombre de (“Classtalk”), desde entonces a la fecha ha habido múltiples sistemas enfocados a mejorar la comunicación entre los estudiantes y los maestros. Anteriormente el ciclo de aprendizaje comenzaba con el maestro explicando la teoría del tema que derivaba en una actividad, el estudiante luego resolvía y elaboraba su reporte y lo entregaba al maestro, este a su vez lo revisaba y lo regresaba al estudiante días después con la retroalimentación de su actividad. En este esquema, el estudiante tenía muchos tiempos perdidos dentro del ciclo de aprendizaje. En el nuevo esquema de redes y dispositivos personales, las actividades pueden ser más pequeñas como contestar una sola pregunta o dictar una posición con respecto a un caso, recibiendo retroalimentación inmediata y manteniendo al estudiante más interesado.
La ventaja de poder recolectar las respuestas de un grupo de manera rápida y confiable tiene interesantes aplicaciones desde estadísticas que le permiten al profesor y al estudiante direccionar el curso hasta participación simuladora (“part-sim”) donde todos los estudiantes participan en un solo proyecto en línea simulando múltiples variables.