El siglo XV es uno de los mÃĄs gloriosos para la escultura espaÃąola, tanto en calidad como en abundancia de obras. EspaÃąa sigue abierta a las influencias del exterior, que si bien antes eran francesas, ahora proceden de BorgoÃąa, cuyo paladÃn habÃa sido el genial Claus Sluter, con sus paÃąos ondulados y fuertemente agitados y el penetrante realismo de los rostros; pero, a partir del segundo tercio del siglo y, sobre todo, al mediar ÃĐste, el estilo que predomina en la escultura espaÃąola es el flamenco, de paÃąos angulosos y muy atenta observaciÃģn del natural.
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