¿Qué pasaría si mezclásemos en una licuadora todas las ansiedades, algunos miedos y ciertas estupideces sociales típicas del presente? ¿Sería tan fácil como decir "¡BOOM!, seguro es una sitcom mutante poliamorosa y digital"? ¿O más bien sería tan escurridizo como un gato que va saltando de un tejado a otro?