En el panorama de la literatura emblemÃĄtica espaÃąola, los libros del jesuita gerundense Francisco Garau , abundantes y de notable fortuna editorial a juzgar por sus sucesivas ediciones desde el instante mismo de su publicaciÃŗn hasta la tercera dÊcada del siglo XVIII, no resultan fÃĄciles de definir y contextualizar.
Hasta entre las glorias de los triunfos, dieron lugar los Romanos CÊsares a las censuras, y apodos, de los que habÃan concurrido, a la felicidad de sus victorias: Festa coronatus ludet convicia miles. Materiam dictis non pudet esse ducem.[A] DiÃŗle tambiÊn este tan repetido triunfo de nuestra Santa Fe CatÃŗlica, a las blasfemas censuras, que, o se vieron pronunciadas por la terquedad de los protervos judaizantes, o se oyeron relatadas en las sentencias de los pertinaces y reducidos. Mas unas y otras engrandecieron el triunfo, o con el desagravio tomado en el horroroso castigo de los unos, o con la felicidad lograda en la dichosa reducciÃŗn de los otros. Para que a la descripciÃŗn de este triunfo no faltara la gloria de sufrir censura, y fuera parecido aun en esto a los mÃĄs celebrados triunfos que aplaudiÃŗ el orbe, tuve yo la dicha de haber de pronunciar sobre ella mi censura, por comisiÃŗn del Muy Ilustre SeÃąor Dr. CristÃŗbal Fiol, Chantre de la Iglesia Catedral de esta Ciudad y Vicario General y Oficial de esta DiÃŗcesis por el IlustrÃsimo SeÃąor D. Pedro de AlagÃŗn, Arzobispo Obispo de Mallorca.