Partiendo de la idea de que Dios es la totalidad de la vida, la inteligencia y la sustancia, este libro analiza la conexión entre la realidad divina y la experiencia humana. Al reconocer y aceptar que Dios es Omnipresente, descubrimos que todo lo que existe forma parte de esta Presencia Divina, lo que elimina la necesidad de temer al pecado, la enfermedad y la muerte.
Comprender y alinearse con esta Omnipresencia es esencial para vivir una vida plena, sana y armoniosa. La práctica diaria de meditación y afirmaciones sobre estas verdades nos acerca a la esencia divina, revelando la plenitud de vida, amor, sabiduría y paz que legítimamente nos pertenece.
El estudio de la Ciencia Divina comienza con una clara percepción de la realidad, superando viejas creencias y definiendo claramente lo que es verdad. La realización de la Omnipresencia de Dios como Vida, Amor y Salud es fundamental para superar dudas y miedos. La fe en la verdad divina y el silencio interior son herramientas poderosas para alcanzar una comprensión más profunda y una vida más alineada con la verdad espiritual.
El concepto de superación se aborda como la victoria sobre la ilusión del mal a través de la afirmación del bien, en lugar de luchar directamente contra el mal. La verdadera curación y la superación implican sustituir las falsas creencias por verdades positivas, reconocer nuestra verdadera naturaleza divina y cultivar nuestra esencia pura. La práctica de afirmar la verdad y buscar la perfección divina es crucial para la verdadera transformación.
Reconocer el Espíritu Divino dentro de nosotros es esencial para ganar comprensión y vivir de acuerdo con la verdad. La verdadera sabiduría y el poder provienen del interior, y alinearse con el bien manifiesta salud y armonía. Utilizar conscientemente la expresión «Yo soy» para afirmar nuestra naturaleza divina fortalece la conexión con el Espíritu y promueve una vida equilibrada en sintonía con la mente divina.
Las enseñanzas espirituales son prácticas y hacen hincapié en la importancia de ayudar a los demás mientras buscamos nuestra propia verdad. La práctica de la sanación espiritual beneficia tanto al sanador como al paciente, ya que refuerza la conciencia de la verdad y su poder transformador. Seguir las leyes universales, como la Regla de Oro y la práctica de la bondad, promueve una vida armoniosa alineada con las leyes divinas.
Por último, el libro subraya que el pensamiento es una actividad de la Mente Divina, y la percepción errónea conduce a la desarmonía. Alinearse con la Mente Divina y desechar las falsas creencias aporta paz y una visión clara de la verdad espiritual. La palabra hablada también tiene un impacto significativo, y debemos utilizarla para manifestar la verdad divina, sustituyendo los pensamientos erróneos por afirmaciones que reflejen la presencia de Dios.
A.R.Ribeiro.
Biblioteca del Nuevo Pensamiento