Las Danaides, conducidas por Dánao, su padre, han llegado a Argos huyendo de los hijos del rey Egipto, que pretendían obligarlas a casarse con ellos. Una vez en Argos, se hacen suplicantes de Zeus, ascendiente suyo, refugiándose en su altar. También invocan la protección de Helio, de Apolo y de Poseidón.