Este libro revela cómo la concentración espiritual y la visión interior tienen el poder de transformar no sólo al individuo, sino también el mundo material que le rodea.
Utilizando el ejemplo de una barra de hierro que se vuelve magnética, el autor ilustra cómo los antiguos místicos, a través de la concentración en conceptos elevados como «Ain Soph» (el Infinito), absorbían la energía transfiguradora de la vida divina.
En este contexto, los fenómenos naturales se consideran símbolos de verdades místicas, y la Ciencia Mística sirve de puente entre lo divino y lo terrenal.
Figuras históricas como Hesíodo y Josué se incorporan al debate para mostrar cómo se percibían y experimentaban la inspiración divina y la comunicación con lo sobrenatural, subrayando la importancia de la atención inquebrantable a lo divino como medio de manifestar la paz, la verdad y la propia vida divina.
La obra sostiene que los seres humanos tienen la responsabilidad y la capacidad de moldear la realidad espiritual y material a través de su fe y su comprensión espiritual.
El «Ángel de Dios» o «Ángel de la Presencia» se presenta como una fuerza divina que guía y protege, simbolizando una conexión personal con lo divino que es accesible a todos. Esta presencia, ejemplificada en figuras como Jesucristo, ofrece protección así como dirección hacia una vida de plenitud y sanación.
Paralelamente, el texto examina el poder del número diez en el misticismo y las religiones, asociado al conocimiento espiritual interior que posee cada individuo.
El autor anima a los lectores a reconocer y utilizar este poder para transformar la adversidad en oportunidad, ilustrando cómo la fe y la creencia interior pueden manifestar eficazmente cambios externos significativos.
A.R.Ribeiro.
Biblioteca del Nuevo Pensamiento