Habรญa una vez un hombre llamado Harry Stone, tambiรฉn conocido como Harry el Valet, que a veces se registraba en los hoteles como el seรฑor Harrison.
Harry Stone era detective. Esto solo durรณ tres meses, hasta que la policรญa de Rodhesia descubriรณ que estaba metido en el asalto al Banco Nacional de Johanesburgo.
Eran otros tiempos, y las autoridades coloniales hacรญan la vista gorda con los defectos de sus funcionarios. Harry no tuvo dificultad en escapar en el tren nocturno con destino a Cape Town con 300 libras malhabidas en el bolsillo.
Su objetivo era visitar a otro artista de su calaรฑa, un tรญo genial e incomprendido llamado Lew Daney.
Pero en las colonias hay peligros que acechan a hombres como Harry, mucho mรกs temibles que la policรญa.