Alijah Atwood, anticuario protagonista de la historia, se instaló durante 1930 en la llamada "Casa Charriere", en la Calle Benefit de Providence, renunciando a sus deseos de viajar a Nueva Orleans. Dicha casa -de la cual se decía que estaba encantada- había pertenecido a un cirujano llamado Jean-François Charriere, y este se la había legado a un heredero que no había aparecido para reclamarla (aparentemente, un sobrino que se encontraba en Indochina), por lo que se había puesto en venta.