Haciendo lo que era frecuenteen nuestros escritores del XVI, Carlos Dickens nos traslada una confesión encontradapor azar en una de las prisiones de la época de Carlos II de Inglaterra. Deesta forma se ocultaban los autores de miradas y lecturas indiscretas, y así escomo Dickens nos cuenta los recuerdos que afloran a la mente de un condenado amuerte que nos dice, que ya desde niño tuvo “una naturaleza desconfiada,reservada y hosca”, y que tenía envidia de su hermano por ser “generoso, decorazón abierto, de mejor aspecto físico, más satisfecho de la vida y engeneral, amado”. Todo ventajas.